El pasado Miércoles 13 de Julio la complicidad majestuosa de la luna llena, la Alhambra y el Generalife nos acogieron cálidamente en los Jardines de la Residencia Universitaria del Carmen de La Victoria.
Este anaquel de palabras, coordinado, dirigido y presentado por el poeta Pedro Enríquez, en esta ocasión vino brindado con maestría de palabras y sonidos de la mano de Ángeles Mora con su poesía de la experiencia, la poesía postmoderna de Antonio Praena, como él la llama y la música envolvente de Hamza Castro con sus flautas Ney.
Las palabras de Ángeles y Antonio y la música de Hamza nos enternecieron, nos hicieron sonreir y, en fín, nos hicieron vibrar internamente envueltos por aquel cálido y privilegiado paisaje ante el que nos volvimos al final del acto como acto de vida y de reverencia ante tanta majestuosidad granadina.
Mª José León
Generalife desde Jardines Carmen de la Victoria |
Ángeles Mora
CANCIÓN SIN FEELING
Dicen mío y lo llaman propiedad
(Rainer María Rilke)
Vivimos en el castillo de las verdades
rotas, es decir,
en la sola posibilidad de decir
mentiras:
tú, yo, la libertad
debida.
Sombras a las que ni la noche
ni el día pertenecen.
Nadie espera ya nada
ni yo espero la lluvia.
Pero sigue la hierba creciendo en el invierno.
Inédito
Antonio Praena
QUIZÁ UNA GOLONDRINA
Como en el cuadro de Fra Angélico,
un pájaro, quizá una golondrina,
salta esta tarde entre las bóvedas del claustro
buscando una palabra en que anidar.
Y aunque no es este el año uno
ni estamos a finales del trecento,
aunque ni el manto del azul más limpio
podría cancelar todas las deudas
que tengo contraídas con la vida,
aunque, Señor, yo no soy digno
de que entres en mi casa y la ilumines,
quizá, precisamente, por mi pobre
materia de hombre pobre y desvalido,
quizá porque este cuadro de Fra Angélico
me invita a adivinar que tú sí puedes,
quizá por esta humilde golondrina
que salta, como aquella del trecento,
entre las bóvedas cuajadas
de estrellas rutilantes de este claustro
abro mi corazón y exclamo: fiat.
Inédito
Pedro Enríquez
Contemplo en los labios una forma de plegaria,
una escalera de silencios sin descanso
donde no puedo desnudarme cuando asciendo.
Es tan sólo una altura de libro deshojado
pero es tanto el esfuerzo de mirar dentro.
El tiempo pasado se adentra en el cuenco
de los sonidos, imágenes y símbolos,
una forma de eco que divide el basta y el sigue.
Investigo el perdón de las cosas pasadas
mientras me anudo el cordón del tiempo.
Un ángel sin límites contempla la llama
del sonido de una estrella en su cuello.
Despierta el día de otro día despierto
y otra noche de la sombra repetida.
Detengo el movimiento de mi cuerpo.
En la memoria se restablecen las huidas,
las alegres termitas de la madera del alma,
los presagios de los acuerdos sin promesas.
Pero de nada sirven todos los animales
que transitan y rugen por este desierto.
Cada gota de agua me asola los labios
y la mañana siempre es la misma
aunque mi cuerpo deshabitado
deje escrito una tras otra las sílabas
de la asignatura del olvido.
Inédito
Hamza Castro nos deleito con su Ney |
Amigo Antonio: gracias por esta entrada, por estas fotos, por vuestra presencia... La tarde fue preciosa y la luna nos hechizó a todos. Guardo tu foto y vuelvo poor tu blog en breve.
ResponderEliminar¿Sabes lo que me pasó con Mª José? Pues que no la reconocí, vi a unas "Chicas Jóvenes" y es que no la reconocí: se ha cortado el pelo, iba vestida mu juvenil y yo que soy despistado, medio miope... Pídele disculpas nuevamente y dale un abrazote.
otro para ti,
Antonio Praena
Muy bonitas las fotos y el comentario,gracias por compartir este hermoso día.Mi nombre se escribe Hamza y la flauta de caña turca se escribe Ney.Un abrazo del corazón para todos.
ResponderEliminar