domingo, 24 de julio de 2011

Steelhammers en plaza Nueva el 23 julio 2011









La noche del viernes 22 de julio , en uno de los muchos paseos familiares que damos Mª Jose, Celia, Laura y yo por uno de nuestros recorridos favoritos por la zona del bajo Albayzin, carrera del Darro y el Paseo de los Tristes, al pasar por Plaza Nueva, nos acercamos a un gran corro, del que sobresalía con un ritmo trepidante un sonido de salsa, merengue y otros ritmos caribeños. Ante nuestra sorpresa, descubrimos en el centro de la plaza a un numeroso grupo de 12 jóvenes músicos (chicos y chicas) de Copenhague que tocaban unos enormes tambores metálicos de Trinidad y Tobago, era la banda Steelhammers (Martillos de Hierro); iban ataviados con unas vistosas camisas floreadas y con su ritmo pegadizo y su excelente manera de tocar este raro instrumento, nos quedamos un buen rato escuchándolos y nos propusimos volver al día siguiente para poder hacer algunas fotos y grabarlos para hacer una nota en nuestro blog. Así el día 23 volvimos y allí estaban: distinta camisa pero igual o más floreada que la del día anterior y con la misma marcha y buen hacer, estuvimos un buen rato disfrutando con aquel derroche de simpatía, ritmo contagioso y alegre música por parte de esta joven banda; además pudimos comprobar cómo este simpático grupo fue capaz de contagiar con su refrescante música y sus bailes a niños y, otros no tan niños, al conseguir una vibración incontenible de forma popular que hizo que algunos bailasen en espontáneas congas en medio del circulo que se formaba para verlos, resultando un simpático ambiente de complicidad entre banda y público.

Una buenísima experiencia para una agradable noche de verano en Granada a la sombra de la Alhambra.

Antonio Fajardo

Reseña sobre los Tambores Metálicos de Trinidad y Tobago

Conocidos en inglés como steelpan, pan o steeldrums— son varios instrumentos musicales y un género de la música de Trinidad y Tobago, país localizado en el oriente de la cuenca del Mar Caribe. Cuando los trinitarios se refieren al conjunto que ejecuta música con los tambores metálicos, emplean el término steelband, que en español se traduce como banda de acero.

Los steelpan son intrumentos de percusión que poseen una afinación en una escala cromática, aunque existen algunos de ellos que son afinados en escala diatónica. Para fabricar uno de estos tambores, se emplean contenedores de acero de cincuenta y cinco galones de aquellos que se emplean en los expendios de petróleo. De hecho, uno de los nombres nativos de Trinidad para este instrumento —drum— deriva del término inglés con que se designan los tinacos que se emplean en la confección del tambor. El tambor metálico es correctamente llamado steelpan o pan, en tanto que es un instrumento de la familia de los idiófonos, y no se trata propiamente de un tambor, que es un membranófono.

Origen y desarrollo de los steelpan

Existe una controversia acerca del origen del "steelband". Aunque se reporta que Winston "Spree" Simon tocaba una vieja bandeja de hornear, percutiéndola con una mazorca de maíz para formar un tambor metálico, la historia de la evolución y el desarrollo de los actuales tambores trinitarios de acero es más compleja. Aunque Simon pudo haber sido el primero en emplear bandejas, rápidamente sustituyó estas por otros tipos de latas, y los tambores metálicos se hicieron presentes inintencionadamente en los Estados Unidos. Muchos hombres africanos pueden ser reputados como creadores de los tambores de acero. Teniendo como recurso principal la chatarra, emplearon estos materiales de desecho para preservar los aspectos de su cultura nativa en todo el ámbito caribeño. Influenciados por la mezcla de culturas en las Antillas, nacieron los tambores metálicos como un reflejo de los tambores africanos. El mayor auge en el desarrollo de los steelpan tuvo lugar durante la Segunda Guerra Mundial y el primer registro de una steelband —que es el nombre que reciben en Trinidad los conjuntos que ejecutan música con tambores metálicos— data del 6 de febrero de 1940, durante el el Carnaval de Trinidad. Sin embargo, en el año 2006, la orquesta The Neal & Massy Trinidad All-Stars, integrada por un conjunto de ejecutantes de tambores metálicos, celebró su 71º aniversario. Esta steelband es considerada la más antigua del mundo en su género.

Las primeras bandas de tambores metálicos eran orquestas rítmicas. Durante la década de 1940, los barriles de acero con capacidad de 55 galones fueron los más apreciados para la manufactura de los tambores merálicos, puesto que se descubrió que la percusión de los mismos, con el tiempo llevaba a un cambio de sus tonalidades. A raíz de lo anterior, los músicos populares trinitarios desarrollaron técnicas propias para modificar los barriles vacíos y hacerlos instrumentos capaces de producir melodías.

Durante la Segunda Guerra Mundial, las bandas tamboo bamboo, que eran las tradicionales en el Carnaval de Trinidad, incorporaron barriles vacíos desechados por el ejército estadounidense para producir versiones más elaboradas de sus instrumentos. Ellie Mannette es considerada la primera persona en emplear barriles de petróleo —1946— para la confección de un steelpan. A finales de la década de 1940, la música de tambores metálicas se había difundido por todas las islas vecinas.

miércoles, 13 de julio de 2011

ANAQUEL DE PALABRAS Jardines Residencia Universitaria Carmen de La Victoria 13 julio 2011

ANAQUEL DE PALABRAS


El pasado Miércoles 13 de Julio la complicidad majestuosa de la luna llena, la Alhambra y el Generalife nos acogieron cálidamente en los Jardines de la Residencia Universitaria del Carmen de La Victoria.

Este anaquel de palabras, coordinado, dirigido y presentado por el poeta Pedro Enríquez, en esta ocasión vino brindado con maestría de palabras y sonidos de la mano de Ángeles Mora con su poesía de la experiencia, la poesía postmoderna de Antonio Praena, como él la llama y la música envolvente de Hamza Castro con sus flautas Ney.

Las palabras de Ángeles y Antonio y la música de Hamza nos enternecieron, nos hicieron sonreir y, en fín, nos hicieron vibrar internamente envueltos por aquel cálido y privilegiado paisaje ante el que nos volvimos al final del acto como acto de vida y de reverencia ante tanta majestuosidad granadina.

Mª José León


Generalife desde Jardines Carmen de la Victoria




Ángeles Mora

CANCIÓN SIN FEELING

                                                                   Dicen mío y lo llaman propiedad

                                                                                     (Rainer María Rilke)

Vivimos en el castillo de las verdades

rotas, es decir,

en la sola posibilidad de decir

mentiras:

tú, yo, la libertad

debida.

Sombras a las que ni la noche

ni el día pertenecen.



Nadie espera ya nada

                                  ni yo espero la lluvia.

Pero sigue la hierba creciendo en el invierno.

                                                                   Inédito

 



Antonio Praena

QUIZÁ UNA GOLONDRINA

Como en el cuadro de Fra Angélico,

un pájaro, quizá una golondrina,

salta esta tarde entre las bóvedas del claustro

buscando una palabra en que anidar.



Y aunque no es este el año uno

ni estamos a finales del trecento,

aunque ni el manto del azul más limpio

podría cancelar todas las deudas

que tengo contraídas con la vida,

aunque, Señor, yo no soy digno

de que entres en mi casa y la ilumines,



quizá, precisamente, por mi pobre

materia de hombre pobre y desvalido,

quizá porque este cuadro de Fra Angélico

me invita a adivinar que tú sí puedes,

quizá por esta humilde golondrina

que salta, como aquella del trecento,

entre las bóvedas cuajadas

de estrellas rutilantes de este claustro

abro mi corazón y exclamo: fiat.

                                                        Inédito

 



Pedro Enríquez

Contemplo en los labios una forma de plegaria,

una escalera de silencios sin descanso

donde no puedo desnudarme cuando asciendo.

Es tan sólo una altura de libro deshojado

pero es tanto el esfuerzo de mirar dentro.

El tiempo pasado se adentra en el cuenco

de los sonidos, imágenes y símbolos,

una forma de eco que divide el basta y el sigue.

Investigo el perdón de las cosas pasadas

mientras me anudo el cordón del tiempo.

Un ángel sin límites contempla la llama

del sonido de una estrella en su cuello.

Despierta el día de otro día despierto

y otra noche de la sombra repetida.

Detengo el movimiento de mi cuerpo.

En la memoria se restablecen las huidas,

las alegres termitas de la madera del alma,

los presagios de los acuerdos sin promesas.

Pero de nada sirven todos los animales

que transitan y rugen por este desierto.

Cada gota de agua me asola los labios

y la mañana siempre es la misma

                        aunque mi cuerpo deshabitado

deje escrito una tras otra las sílabas

de la asignatura del olvido.

                                                          Inédito



Hamza Castro nos deleito con su Ney